Esta receta sabe a otoño: unas deliciosas pechugas de pollo cocinadas con una sabrosa salsa de setas y nata para chuparse los dedos. ¿Te animas?
El pollo es una carne ligera y muy versátil, en casa es de nuestras favoritas. En esta receta acompañamos unas pechugas de pollo con dos tipos de setas y hacemos una salsa de nata deliciosa. El resultado es que tienes una receta fácil y muy sabrosa cocinada en bien poco tiempo.
Este plato, además, es ideal para llevar al trabajo ya que aguanta muy bien de un día para otro. A nosotros nos gusta guardar la pechuga en un tupper y la salsa en otro y luego juntarlo todo en la oficina. Vamos a por la receta.
Ingredientes 4 personas:
- 3 pechugas de pollo.
- 150 gr. de champiñones.
- 150 gr. de setas shiitake.
- 1/2 cebolla.
- 1 diente de ajo.
- 200 ml. de vino blanco.
- 400 ml. de nata para cocinar.
- 200 ml. de caldo de pollo.
- Sal y pimienta al gusto.
- Harina.
- Aceite de oliva.
Preparación del pollo con salsa de setas fácil:
– Pon a calentar una cazuela baja (donde harás todo el guiso) con un chorrito de aceite de oliva.
– Salpimienta las pechugas de pollo por ambos lados y pásalas por harina. Dales unos golpes para que eliminen el exceso de harina y quede una fina capa adherida a la carne.
– Cuando el aceite esté caliente, echa el pollo y dora la carne a fuego vivo durante 1 minuto por cada lado. En este punto no queremos cocinar la carne, queremos sellarla para que durante la cocción posterior conserve sus jugos y no quede seca. Cuando las pechugas estén listas, retíralas de la cazuela y resérvalas.
– Pela y pica la cebolla en trozos pequeños.
– Baja el fuego de la cazuela, añade la cebolla y póchala. Es decir, deja que se cocine a fuego bajo hasta que esté transparente y blanda.
– Pela y pica el ajo también en pequeños trozos.
– Cuando la cebolla esté transparente, añade el ajo y cocínalo unos segundos.
– Limpia las setas y los champiñones con agua para eliminar cualquier resto de tierra, sécalos y troceálos.
– Añade las setas y los champiñones al a cazuela y deja que se hagan durante varios minutos.
– Cuando veas que las setas y los champiñones han evaporado el agua que sueltan y se empiezan a poner tiernos, coloca las pechugas de pollo en la cazuela.
– Riega todos los ingredientes con el vino blanco, sube el fuego para que rompa a hervir y deja que reduzca y evapore el alcohol. Es importante cocinar el vino hasta que prácticamente haya evaporado todo el alcohol.
– Después, añade la nata líquida y el caldo de pollo. Si no tienes caldo, pero tienes pastilals de caldo caseras, solo tienes que disolver una en 200 ml. de agua y tendrás un delicioso caldo de pollo para tus guisos.
– Sala el guiso al gusto.
– Cocina a fuego medio- bajo durante 20 minutos o hasta que veas que las pechugas están cocinadas. Para saber si la carne está hecha por dentro solo tienes que introducir una brocheta de metal en su interior y dejarla unos segundos. Si al sacarla la punta está muy caliente , la carne estará lista. Si tienes un termómetro de cocina, estará en su punto cuando el interior llegue a 55 ó 60 grados.
– Una vez listas, saca las pechugas y si ves que la salsa no está lo suficientemente espesa, puedes reducirla hasta que esté a tu gusto.
– Después solo tienes que cortar las pechugas de pollo en medallones de 2 cm. de grosor y servirlas con la salsa de setas. A nosotros nos encanta acompañarlas de unas patatas paja o de unas patatas chips.
Autor: Cigalita
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